Humanismo Soka
Naoki, integrante del Departamento Juvenil de la SGIAR, es conocido entre sus compañeros por siempre infundir una asombrosa energía y conmover el corazón de las personas a través de su canto. Se desenvolvió en escenarios como el teatro Colón, el Centro Cultural 25 de mayo, el Teatro Avenida, Teatro Argentino, entre otros. Actualmente, continúa su formación en el Instituto del Teatro Colón.
El pasado lunes 23 de junio, Naoki recibió el premio «Estímulo» por parte de la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina. En sus palabras de agradecimiento, refirió al apoyo de todos sus maestros formadores y las casas de estudio donde pudo desarrollar su formación académica. Y, especialmente, agradeció a sus padres y a su maestro de vida Daisaku Ikeda.

Humanismo Soka: ¿Cómo empezó tu pasión por el canto?
Naoki Higasiyosihama: Si mal no recuerdo, al comienzo fue cantando canciones en japonés, compartiendo en eventos familiares, a veces en actos escolares, y en concursos de canto de la colectividad japonesa. Hasta que conocí el canto lírico a través de figuras como Los Tres Tenores [supergrupo vocal formado por los cantantes de ópera Luciano Pavarotti, José Carreras y Plácido Domingo] y Andrea Bocelli. De esa forma, decidí después de la secundaria estudiar canto lírico en conservatorios y a través de clases particulares.


HS: ¿De qué manera te esforzás día a día para mejorar en tu profesión?
N. H.: Lo primero sería practicar y estudiar todos los días. El canto es como un deporte. El instrumento debe «mantenerse en forma» para sostener y/o mejorar el nivel técnico. Aún así, a nivel personal el sostener esa práctica diaria es un gran desafío. Por otro lado, obviamente tomo clases y trato de anotarme las cosas a mejorar.
HS: ¿Qué cosas te impulsan a seguir desarrollándote como artista y como persona?
N.H.: Creo que es el aliento de las personas lo que me sigue impulsando a desafiarme en esta disciplina. Hace años que vengo estudiando y por momentos uno lo empieza a sentir como una «rutina». Sin embargo, ese aliento de las personas hace que pueda confiar no solo en mis condiciones y mi esfuerzo, sino también me hace recordar ese deseo que tuve al comienzo: poder mostrar lo que soy capaz de hacer en el escenario. Desde que tengo recuerdo, siempre me molestó mi falta de seguridad, y cantar me ha permitido muchas veces romper mi caparazón.
HS: ¿De qué manera la práctica budista te permite avanzar en la vida?
N.H.: Gracias a la práctica diaria pude romper con mi timidez y muchos aspectos de mi personalidad que no me permitían avanzar. Me da el coraje de realizar cosas que me serían muy difíciles sin la práctica, como por ejemplo hablar con las personas. Sobre todo, creo me ha ayudado a sostener la esperanza en muchos momentos de mi vida en los cuales sentía que no había posible solución. Gracias a esto, ante cada obstáculo con el cual me encuentro tengo una herramienta con la que puedo avanzar con fortaleza, que me lleva a conocer un poco más mi capacidad. Además, el aliento y el espíritu del maestro Ikeda me permite avanzar con alegría y fortaleza en mi vida diaria.



Naoki estuvo presente en el último programa de Tres mil mundos, en el episodio «El poder del canto y la música // Charlita arqueológica con los chicos del CCAD // TMM», y contó su historia en primera persona. ¡Podés escucharlo en el canal de Youtube de Tres mil mundos!
El maestro Ikeda expresó: «La voz refleja nuestro ser y nuestro estado de vida. No podemos esconder la voz: ella revela directamente nuestra verdadera personalidad, nuestro grado de cultivo como ser humano. La voz es nuestra identidad. La voz tiene vida. Por eso tiene el poder de conmover y emocionar la vida de los semejantes. El sentimiento que impregna la voz entra a través de los oídos, “el portal del espíritu”; alcanza el corazón, lo moviliza y estimula reacciones, que luego se manifiestan en actos visibles. En japonés, “cantar” se dice utau; esta palabra tiene la misma raíz que uttau, que, literalmente, significa “dirigirse a”, “apelar a”. Cuando una canción se eleva a los cielos para generar una respuesta, se convierte en oración. Cuando salimos al encuentro de otros, la distancia entre ambos corazones queda franqueada, y esto nos llena de alivio y satisfacción. La voz tiene el poder de transformar la vida desde adentro, de fortalecerla y purificarla». [1]
CITAS
[1] IKEDA, Daisaku: ¡Qué hermosa es la vida!, publicado el 11 de abril de 2004 en el Diario Seikyo Shimbun, periódico de la Soka Gakkai.