Humanismo Soka

















El maestro Ikeda escribió:
«El propósito de la existencia
es ser feliz.
El propósito de la existencia
es combatir y vencer
la negrura del sufrimiento.
Es hora de entonar
a viva voz
un himno a la primavera de la paz.
Cuanto más negra es la oscuridad,
más se aproxima el día…
Es hora de tañer,
con todas nuestras fuerzas,
las campanas que anuncian
la aurora de la paz.
¡Si no tienen esperanzas,
háganlas surgir!
Si el mundo que los rodea
es siniestro,
¡sean ustedes el Sol
que lo ilumine!
La felicidad
no es algo que debamos perseguir.
Es ella la que nos alcanza
cuando vivimos
con valentía y tenacidad.
De la misma manera,
la paz llega a los seres humanos
cuando vivimos basados
en sabiduría y en firmes principios.
La paz
no es algo lejano.
Paz es cuidar y valorar
a cada persona.
Es brindar alegría
a nuestra madre,
y no hacerla sufrir nunca.
Es salir al encuentro
de los que son distintos.
Es tener la sabiduría
de buscar el acercamiento
después de una disputa.
Los que pueden
hacer felices a sus amigos
son expertos en el
arte de la felicidad.
Los que pueden
expandir la paz en sus comunidades
son embajadores de la paz.
Alguien sabio dijo, una vez:
«¡Cuando no sepas qué rumbo escoger,
elige el del mayor desafío!».
Las dificultades
cultivan nuestra templanza.
Los problemas nos motivan
a ser más sabios.
El dolor nos vuelve
compasivos con los demás.
Y así, los que más han sufrido
pueden llegar a ser los más felices.
Las flores sonríen.
La brisa murmura dulcemente,
y la Luna vela por nuestro bien…
La vibrante energía
de un espíritu fuerte y auténtico
conquista la amistad del universo
y convierte a cualquiera en aliado». [1]
CITAS
[1] IKEDA, Daisaku: Oda a la paz: cimiento de la felicidad perdurable, publicado el 30 de abril de 2007 en el Diario Seikyo, periódico de la Soka Gakkai.









