Humanismo Soka
«Gran Corazón», en japonés Dai shin, es un término que «denota un estado de vida o espíritu inmenso y universal», [1] como expresó una vez el maestro Ikeda. Con este nombre, «Gran Corazón», los participantes de esta capacitación iniciaron juntos un nuevo punto de partida, poniendo la mira hacia el 2050.






Atravesando toda clase de obstáculos y cientos de kilómetros, los viajeros renovaron su compromiso de avanzar en unión hacia la concreción de una sociedad de paz, comenzando por el desafío personal en su propia revolución humana.
En estas jornadas de inmensa alegría, se palpitó el compromiso de avanzar hasta el final, sin jamás dejarse derrotar, como campeones discípulos del maestro Ikeda.
El maestro Ikeda expresó: «¿Cuál es el mensaje fundamental de los escritos de Nichiren Daishonin? Llegamos a la conclusión de que el primer mensaje esencial es basarnos en el Gohonzon. Es decir, adoptar “sólo Nam-myoho-renge-kyo” como base de nuestra fe; practicar y entonar con diligencia solo la Ley Mística. El segundo mensaje esencial es que “el corazón es lo más importante”. Estos dos puntos —acordamos— eran las piedras angulares de los escritos del Daishonin.
¿Por qué es fundamental el segundo punto? Porque la fe no solo es cuestión de abrazar el Gohonzon y entonar Nam-myoho-renge-kyo, sino también de la postura con la cual practicamos. Nuestro corazón ¿está enfocado en el kosen-rufu? Nuestra actitud más íntima, la disposición que tenemos en lo más hondo de nuestro ser, es lo que determina todas las cosas.
Que seamos felices, que logremos la iluminación, que avancemos en dirección a la Budeidad o terminemos enredados en una trama de sufrimiento, todo eso es el resultado exacto de las funciones sutiles de nuestra mente o corazón. No hay cómo recalcar este punto lo suficiente.
El universo, como nosotros, también posee un aspecto inmaterial. Nuestra actitud hacia la fe se transmite al universo. Las funciones de la mente humana son realmente asombrosas.
El egoísmo, la queja, la duda, la astucia, la soberbia, la arrogancia y tantas otras actitudes destructivas son causa de infelicidad para nosotros mismos y para nuestros semejantes.
En cambio, hay otras actitudes que multiplican infinitamente la buena fortuna, no solo en la esfera personal, sino en beneficio de nuestra familia, seres queridos y descendientes; por ejemplo, la sincera preocupación por los demás; el compromiso tenaz con las propias convicciones; el sentido de responsabilidad hacia la propia misión por el kosen-rufu; el deseo de alentar y apoyar a los compañeros miembros sin escatimar la vida; el sentimiento de gratitud, valoración y alegría... Estas son las posturas que activan la protección de las deidades celestiales —las funciones positivas del universo— y nos permiten avanzar directamente por el camino que conduce al logro de la Budeidad.
Por lo tanto, vivamos grabando en nuestra mente las palabras del Daishonin —”lo importante es el corazón”—, de manera profunda e indeleble». [2]
CITAS
[1] IKEDA, Daisaku: CON EL «GRAN CORAZÓN» DE LA SOKA, CREAR UN FUTURO DE ESPERANZA Y DE VICTORIA, discurso publicado el 2 de noviembre de 2020 en el Diario Seikyo, periódico de la Soka Gakkai
[2] IKEDA, Daisaku: La sabiduría para ser feliz y crear la paz, Buenos Aires: Azul índigo, 2022, vol. 2, pág. 44.









