Humanismo Soka
«Sean cuales fueren los desafíos que enfrentemos, miremos hacia arriba, al cielo interminable, respiremos hondo y sigamos avanzando victoriosamente por el orgulloso camino de nuestra respectiva misión», [1] expresó el maestro Daisaku Ikeda. En esta oportunidad, compartimos sobre las distintas oportunidades que tendremos para contemplar algunos fenómenos del mundo del cosmos durante este mes de diciembre. ¡Compartamoslo juntos!
JUEVES 4: Luna llena
Durante toda esta noche, nuestro satélite se ubica opuesto al Sol en el cielo, haciendo que su cara que mira a la tierra quede completamente iluminada.

(Captura: Stellarium)
DOMINGO 7 (Madrugada del 8)
Júpiter estos días estará visitando la constelación de Geminis, cerca de sus estrellas principales: Castor y Pollux, y en la madrugada del lunes 8 la Luna se suma a esta caravana nocturna.

(Captura: Stellarium)
MIÉRCOLES 10
La Luna menguante se ubica muy próxima a la estrella Regulus, la más brillante en la constelación de Leo.

(Captura: Stellarium)
DOMINGO 14 (madrugada)
Siguiendo su recorrido en el cielo, en la madrugada del domingo 14, la Luna pasa muy cerca de Spica, la estrella principal de la constelación de Virgo.

(Captura: Stellarium)
LUNES 15: Pico mÁximo de la lluvia de estrellas Gemínidas.
Es la lluvia de meteoros que la Tierra encuentra a su paso alrededor del Sol siempre en esta época.
La lluvia de las Gemínidas siempre sucede entre el 7 y 17 de diciembre. Con un pico de máxima actividad alrededor del día 14.
En óptimas condiciones de visibilidad (sin nubes, lejos de toda contaminación lumínica), se puede llegar a captar entre 120 y 160 estrellas fugaces por hora. Este es el motivo por el cual se la considera la lluvia de estrellas fugaces más importante de todo el año.
En zonas más urbanas y ciudades grandes, las chances de ver tantos meteoros disminuye bastante, pero igual sigue siendo posible apreciarlos mirando hacia la parte alta del cielo y buscando lugares con la menor contaminación posible.
Este año, también da la particularidad de que la luna en estos días va menguando hasta entrar en Luna nueva, por lo cual la ausencia de su brillo aumenta las posibilidades de poder encontrar algún meteoro a la vista.

(Fuente: Craig Taylor/Getty Images)
JUEVES 18 (amanecer)
Unos minutos antes del amanecer del jueves 1,8 una Luna finísima, casi nueva, visita al pequeño planeta Mercurio en la constelación de Escorpio.

(Captura: Stellarium)
VIERNES 26 (anochecer)
Durante las primeras horas de la noche del viernes 26, la Luna y el planeta Saturno comparten lugares muy cercanos en el cielo del oeste en la constelación de Piscis.

(Captura: Stellarium)
Los planetas en diciembre
El primer planeta del sistema solar y el más pequeño también, Mercurio, es visible durante todo el mes antes de la salida del Sol, observando hacia el oeste.
Por otro lado, Venus, al encontrarse muy cerca de la posición aparente del Sol en el cielo, no será posible de observar durante este mes.
También, Marte, el planeta rojo, corre con la misma suerte que Venus durante este mes, imposible de ver ya que queda totalmente opacado por la luz del Sol.
Por su parte, el gigante Júpiter se encuentra opuesto al Sol en el cielo, por lo cual su brillo está en óptimas condiciones para verlo como una estrella brillante que aparece desde el Este a partir de la madrugada, como también para observarlo a través de telescopios y distinguir sus características bandas horizontales que lo atraviesan.
Y, por último, el gigante de los anillos Saturno será visible solamente durante las primeras horas de la noche como una estrella brillante y blanquecina en la constelación de Piscis.
Sus anillos todavía siguen siendo difíciles de captar. En los últimos meses, Saturno se posicionó con su ecuador apuntando directo hacia nuestra visual, lo que generaba que sus anillos coincidieran con el plano en que lo observamos, apareciendo muy finos y difíciles de distinguirlos. En las semanas siguientes, los anillos se van a ir volviendo gradualmente más visibles y brillantes. Saturno es fácilmente detectable, al igual que Júpiter, con telescopios pequeños o medianos en adelante.
«Nichiren Daishonin escribe: “En última instancia, todos los fenómenos están contenidos en nuestra vida, hasta la más pequeña partícula de polvo. Las nueve montañas y los ocho mares [2] son parte de nuestro cuerpo, y el sol, la luna y la miríada de estrellas existen en nuestro interior”. [3]
Avancemos con energía y buen humor, conectándonos con el poder ilimitado del universo que existe en nuestro interior, mientras procuramos hacer nuestra revolución humana individual y lograr el kosen-rufu para la felicidad de todas las personas.
Juntos,
vivamos
con espíritu brillante y positivo,
adornando nuestra vida
con los tesoros del universo». [4]
CITAS
[1] IKEDA, Daisaku: NUESTRO BRILLANTE CAMINO HACIA LA VICTORIA - Contemplando los cielos eternos - Parte 2 de 2, publicado el 22 de agosto de 2010 en el Diario Seikyo, periódico de la Soka Gakkai.
[2] Las nueve montañas y los ocho mares: Montañas y mares que constituyen el mundo, de acuerdo con la antigua visión india. Las nueve montañas son el monte Sumeru, en el centro del mundo, y ocho macizos concéntricos que lo rodean. Estos macizos montañosos están separados por ocho mares.
[3] Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, págs. 658-659.
[4] Op. cit. 1.









