Humanismo Soka
En el marco de los 80 años desde los primeros ataques con bombas atómicas a las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki, el sábado 9 de agosto, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), desde el Centro Internacional Daisaku Ikeda de Estudios para la Paz (CIDIEP) junto a las Conferencias Pugwash de Ciencias y Asuntos Mundiales se realizó un encuentro que contó con la inauguración de una exposición cuyo objetivo es crear consciencia sobre el impacto y las implicancias de las armas nucleares. También contó con la investigación y ponencias de jóvenes integrantes del CIDIEP y la participación del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
«Para que nunca lo olvidemos» título de la exposición, en la cual los participantes pudieron recorrer la historia de los bombardeos atómicos, como así también aprender sobre su impacto y amenaza en los tiempos actuales. La exposición, que fué llevada adelante por jóvenes integrantes del CIDIEP, interpelaba a los participantes con la pregunta de «¿cómo proteger lo que atesoramos?». A su vez, brindó información específica sobre el panorama mundial del arsenal nuclear, explicando que ningún Estado ni sistema humanitario internacional puede enfrentar las consecuencias de un ataque atómico. También, en una sección se encontraban plasmados los relatos de hibakusha, (sobrevivientes a los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki). En uno de los paneles, podían leerse varios testimonios, entre ellos uno de la señora Setsuko Morita, que decía: «Hablar no borra las cicatrices de mi cuerpo ni el dolor de mi corazón. Pero cuando los niños me escuchan con atención, cuando sus pequeñas manos me entregan cartas que dicen “gracias" o "te vamos a recordar”, siento que todo el sufrimiento no fue en vano. Hoy sigo contando mi historia por los que ya no están, por mis compañeras muertas, por mi ciudad devastada, y por la paz. Porque mientras una sola persona escuche con el corazón, el mensaje de Hiroshima no se apagará nunca».

Exposición «Todo lo que atesoras: por un mundo libre de armas nucleares», realizada por los jóvenes del CIDIEP.
Además de ofrecer una amplia cantidad de datos que aportan a la comprensión de la dimensión de los bombardeos, los expositores explicaron sobre el Tratado sobre
la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), que es el primer instrumento legal que prohíbe la posesión, uso y amenaza del armamento nuclear, vigente desde 2021. En relación a esto, se realizó una junta de firmas para requerir que la Argentina adhiera a este Tratado.

Junta de firmas para requerir que la Argentina adhiera al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN).
El encuentro contó con las palabras de salutación del Secretario Académico de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA Gustavo Montanini, quien expresó: «Para mí es un orgullo, por el tema que estamos tratando, que esté tanta gente en este salón de actos celebrando la paz y celebrando la humanidad».

Gustavo Montanini, Secretario Académico de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, brindando unas palabras en el salón de la Facultad.
También, el director académico del CIDIEP, el abogado Luis Negretti –quien también ejerce como rector de la Universidad Nacional de Villa María– compartió unas palabras de parte del Centro de Estudios, en las que enfatizó «la importancia de que los jóvenes a través de organizaciones como el CIDIEP, puedan producir conocimiento, seguir enseñando al resto de las generaciones esta metodología, esta modalidad de la posibilidad del encuentro con el otro como modo de construcción de una paz más duradera».

Luis Negretti, Director Académico del CIDIEP.
El encuentro también contó con las palabras de Karen Hallberg,laureada científica argentina y secretaria general de la Conferencia Pugwash, quien envió un mensaje en el que elogió las acciones del CIDEP en este acuciante contexto mundial, y expresó: «Joseph Rotblat y el maestro Daisaku Ikeda trabajaron juntos para lograr el desarme nuclear y la resolución pacífica de los conflictos, uniendo ciencia y ética en defensa de la humanidad. Sin embargo, hoy nos enfrentamos a una regresión alarmante. Tratados abandonados, arsenales modernizados, doctrinas nucleares en rápido cambio y el resurgimiento de la reanudación de los ensayos nucleares. En muchas regiones, la amenaza de una escalada nuclear ya no es hipotética. El riesgo de una guerra nuclear con consecuencias devastadoras para la humanidad es mayor que nunca. No hay mayor responsabilidad para los líderes y la sociedad civil que evitar la catástrofe apocalíptica de una guerra nuclear».

El Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires fue sede de la exposición «Para que nunca lo olvidemos».
Por otro lado, tres jóvenes del CIDIEP realizaron ponencias académicas en las que trataron la temática desde distintos puntos de vista.
El ingeniero Juan Podestá expuso su investigación denominada La evolución del desarme nuclear: desde Pugwash hasta nuestros días. En la misma, buscó responder las preguntas «¿cuál es el rol de la ciencia y la comunidad científica en la construcción de la paz?; ¿podemos hacer algo para frenar el avance y el desarrollo de las armas nucleares?». Desarrolló estas preguntas exponiendo el rol que la comunidad científica tuvo en la historia de la guerra y la paz, con sus diferentes posicionamientos. También, resaltó las diferentes iniciativas llevadas adelante por organismos internacionales en pos de la abolición de las armas nucleares, como las diferentes propuestas con esta misma finalidad presentadas por el maestro Daisaku Ikeda. Finalizó sus palabras citando al maestro Daisaku Ikeda, cuando en una Propuesta de Paz enviada a la ONU expresó: «Nuestros esfuerzos se basan en la convicción de que el diálogo es, antes que ninguna otra cosa, lo que logra que un corazón se abra a otro. El proceso puede parecer lento, pero estamos convencidos de que ese es el camino más certero hacia la paz global». [1]

La exposición contó con las presentaciones musicales de la Orquesta Vanguardia Ikeda.
Por otro lado, la arqueóloga Laura Sinka desplegó una presentación titulada «El diálogo como praxis para la abolición de armas nucleares», en la que destacó la potencia que tiene la comunicación sincera como herramienta para la paz y la abolición nuclear, explorando los aportes del pensamiento Ikeda en torno a la dimensión práctica y antropológica del diálogo. Recorriendo las miradas de distintos filósofos como Mariflor Aguilar, filósofa mexicana cuyo argumento se centra en demostrar el valor del diálogo para mitigar conflictos y atisbar acuerdos a partir de reconocer a un otro desde los elementos en común, o el filósofo austríaco-israelí Martín Buber, quien plantea que el diálogo no es una mera actividad, sino un modo de acercamiento a la realidad, afirmando que los individuos no solo se vinculan con el mundo a través del conocimiento de un objeto, sino a partir de reconocerse en el otro, y el diálogo es su herramienta por excelencia. También citó ejemplos históricos que dan muestra de cómo los ciudadanos comunes tienen el potencial de construir una paz genuina. Uno de éstos refiere a un hecho que ocurrió en 1974, cuando Daisaku Ikeda viajó a la Unión Soviética y se reunió con el primer ministro Aleksey Kosygin, en plena Guerra Fría, cuando las tensiones entre ese país y la China habían alcanzado un punto crítico, con la amenaza de una confrontación militar que se suponía cercana. En un punto del diálogo, el maestro Ikeda le preguntó francamente a Kosygin si su país tenía intenciones de atacar la China. Sorprendido por su pregunta, el líder soviético le aseguró que no y le solicitó a Ikeda transmitiera ese mensaje a los dirigentes chinos. Posteriormente, Ikeda viajó a China y transmitió este mensaje a su máximo mandatario, como ciudadano común, preocupado por la paz.

Los jóvenes del CIDIEP realizando sus ponencias.
Por último, la antropóloga Valeria de Assis compartió su análisis titulado «La educación creadora de valor como mecanismo para la abolición nuclear», cuya síntesis fue la búsqueda de «una educación para los derechos humanos, que cree conciencia sobre la igualdad y la dignidad insoslayable de la vida y una educación para la paz, que enseñe a los jóvenes la barbarie y la irracionalidad de la guerra, para arraigar la práctica de la no violencia en la sociedad». Valeria realizó un recorrido por obras de arte de artistas como la argentina Liliana Porter o la artista de pueblos originarios de la Amazonia brasileña Jaider Esbell, y a partir de ellas desarrolló la noción de «creación de valor» expuesta por el primer presidente de la Soka Gakkai, el educador Tsunesaburo Makiguchi. A su vez, la antropóloga cerró sus palabras citando el Llamamiento a los jóvenes del mundo realizado en el año 2018 por el maestro Ikeda junto al Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, en el que se lee: «El devenir del género humano depende del presente, de los jóvenes que tengan el coraje de enfrentar la realidad, sin dejarse doblegar ante la adversidad. Confiamos en que los jóvenes asumirán la búsqueda de soluciones, solidarizándose desde su lugar de pertenencia, identidad cultural y espiritual, generando todo un oleaje de acción dinámica y colectiva. Hacemos este llamado a los jóvenes para que asuman con responsabilidad el camino de la vida junto a sus pueblos». [2]
Finalmente, el premio Nobel de la Paz y entrañable amigo del maestro Ikeda, Adolfo Pérez Esquivel, hizo entrega de dos dibujos a modo de obsequio y ofreció unas conmovedoras palabras que emocionaron a los presentes. En ellas, afirmó: «Lo que dijeron hoy los jóvenes, es muy importante, poder reflexionar el sentido del diálogo… Ikeda era una de esas personas iluminadas en el espíritu, y muchos de ustedes son el fruto de ese trabajo que hizo, y que permanece. Permanece en la conciencia, en el trabajo por la paz. La paz es el derecho de todos y todas, no de algunos. Y tenemos que tratar de ser constructores de la paz».

El Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, ofreciendo unas palabras a los presentes.
La exposición «Para que nunca lo olvidemos», transmitida vía conexión a todas las regiones del país, encendió en los cientos de participantes la decisión de accionar en pos de la paz a través del diálogo desde el lugar en el que cada uno se encuentra. Su firme propuesta denuncia la posibilidad de la destrucción masiva a partir del uso del armamento nuclear, y ensalza el potencial humano de crear una era donde prevalezcan la cooperación armoniosa y la comprensión mutua entre todas las comunidades del mundo.
CITAS
[1] IKEDA, Daisaku: Transformar la historia humana: Un haz de luz hacia la paz y la dignidad (Propuesta de Paz 2022). Véase: https://www.daisakuikeda.org/es/sub/resources/works/props/2022-peace-proposal.html
[2] IKEDA, Daisaku y PÉREZ ESQUIVEL, Adolfo: A los jóvenes del mundo, un llamado a la resiliencia y a la esperanza. Véase: https://www.daisakuikeda.org/es/sub/resources/works/lect/20180605-esquivel-ikeda-jt-appeal.html