Humanismo Soka
Celebremos
en dicha plena
el día de nuestra fundación;
ustedes y yo,
paladines de la victoria.
«Debéis difundir [el Sutra del loto] ampliamente por toda la tierra de Jambudvipa [el mundo entero] y jamás permitir que su propagación se interrumpa».1 Este pasaje pertenece al capítulo «Rey de la Medicina», del Sutra del loto, la enseñanza que constituyó el propósito esencial del advenimiento de Shakyamuni a este mundo. Nichiren Daishonin, el buda del Último Día de la Ley, citaba el fragmento muy a menudo.
Nuestros dos primeros presidentes, Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda, maestro y discípulo respectivamente, fundaron la Soka Gakkai el martes 18 de noviembre de 1930, con el propósito de cumplir con el gran juramento de lograr el kosen-rufu.
El budismo se originó en la India, desde donde se expandió hacia la China y hacia la península de Corea; finalmente, alcanzó la región más extrema de oriente, el Japón, en el siglo VI. Alrededor de setecientos años después de que las enseñanzas se transmitieron al Japón, en una «era de conflicto cuando la Ley pura se había perdido»2, hizo su advenimiento el budismo de Nichiren Daishonin. Transcurrieron otros setecientos años, y nació la Soka Gakkai. En ese entonces, un clero debilitado y consumido había perdido completamente de vista la lucha por el kosen-rufu y se había embarcado en una serie de actividades que constituían una flagrante ofensa contra la Ley. Las enseñanzas correctas del budismo de Nichiren Daishonin corrían el grave peligro de perderse para siempre. Fue precisamente en esa circunstancia crucial que, respondiendo a lo que podríamos llamar un imperativo histórico, hizo su aparición la Soka Gakkai, un cónclave de budas.
El maestro Makiguchi y el maestro Toda propagaron la Ley, enfrentaron a los enemigos del Sutra del loto y compartieron la enseñanza correcta con otras personas, sin escatimar sus vidas, con idéntico espíritu y propósito al del Daishonin. Como resultado de ello, fueron ferozmente perseguidos por las autoridades. En prisión, el maestro Makiguchi entregó dignamente su vida por sus creencias. Se erigió así en un verdadero ejemplo de entrega absoluta a la propagación de la Ley. Por una extraña coincidencia, fue en el aniversario de la fundación de la Soka Gakkai, el 18 de noviembre de 1944, poco después de las seis de la mañana, cuando el Sol comenzaba a asomar, cuando el maestro Makiguchi dejó de existir.
Su sucesor, Josei Toda, se pronunció luego desde lo más profundo de su ser cuando dijo: «¡Sin el maestro Makiguchi y sin la Soka Gakkai, el auténtico espíritu del Daishonin se habría perdido! Es una realidad indiscutible y una de las razones por las que la Soka Gakkai concuerda con el deseo y el propósito del Buda».
Las organizaciones e instituciones que atesoran a sus fundadores y mantienen vívido su espíritu primigenio continúan prosperando y desarrollándose; jamás se estancan.
¿Por qué cayó el Imperio Romano? Según el escritor francés André Maurois (1885-1967), en cuanto Roma dejó de respetar los valores que habían constituido sus cimientos, pereció.3 Ese es un designio de la historia que se cumple inexorablemente.
Y basándose en dicha verdad, el maestro Toda nos advirtió muy severamente: «Cuando se pierde el espíritu primordial de una organización, surgen las camarillas y las distintas facciones dentro de ella; comienzan a proliferar las luchas de poder, y se impone el desorden. Mantener a ultranza y fortalecer el espíritu de maestro y discípulo, punto de partida de la Soka Gakkai, es la más pura esencia y médula de nuestra organización, consagrada a la vasta propagación del budismo de Nichiren Daishonin».
Nuestro espíritu fundacional no es abstracto ni simbólico. Cuando todo está dicho y hecho, ese espíritu de nuestra organización y el del maestro y discípulo son absolutamente idénticos. Son la misma y única cosa.
La Soka Gakkai se inició como la Soka Kyoiku Gakkai (Sociedad pedagógica para la creación de valores). Hoy, por una extraña coincidencia, he recibido doscientos honores académicos [actualmente cuatrocientas nueve] de instituciones de educación superior de todo el globo. Dedico humildemente esas distinciones a mis dos predecesores, como prueba de la eterna victoria de los tres primeros presidentes.
El establecimiento oficial de la Soka Kyoiku Gakkai se efectuó con la publicación de la obra pionera del señor Makiguchi Sistema pedagógico para la creación de valores. La fecha que aparece en la última página del libro, con datos sobre la publicación, es la que corresponde al establecimiento de nuestra organización. En otras palabras, nuestro movimiento Soka comenzó como una gran lucha de palabras y de ideas. Desde entonces, además de realizar nuestras vitales y enérgicas reuniones de diálogo, hemos proseguido sin descanso con nuestra tarea de publicar periódicos, libros y todo tipo de material escrito. Gracias a ello, Gakkai ha crecido como ha crecido. Comunicar nuestro mensaje a través de la palabra impresa, con el profundo compromiso de refutar lo erróneo y revelar lo verdadero, equivale a dejar oír las voces de innumerables nobles paladines del kosen-rufu que proclaman la verdad.
El Daishonin comparaba el ejemplo heroico de los seguidores, que soportaron persecuciones y permanecieron fieles a su fe, con el crisantemo, que florece en otoño, la estación en la que se celebra el aniversario de la Soka Gakkai [en Japón]. Él escribe lo siguiente: «El crisantemo, que continúa floreciendo cuando las demás plantas se han marchitado, es conocido como una planta sagrada».4
Quisiera ofrecer el siguiente poema a nuestros valiosísimos miembros, que se destacan por su sabiduría y sinceridad:
Más precioso
que la suprema medalla de honor,
florece glorioso el crisantemo
e ilumina su corazón
y mi corazón.
Consolidar la Soka Gakkai, el único cuerpo de creyentes que se esfuerzan genuinamente por el kosen-rufu, y asegurar su eterna continuidad, es lo mismo que proteger firmemente el budismo de Nichiren Daishonin. Y la esencia de esa gran lucha es la relación de maestro y discípulo.
(Publicado en la edición de noviembre de 2006 del Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai).
CITAS
1 Véase, Sutra del loto, cap. 23, pág. 288.
2 Referencia a una descripción del período de quinientos años que figura en la Gran Colección de Sutras, donde se afirma que en esa época, las escuelas budistas rivales batallarán interminablemente entre ellas, y la enseñanza correcta de Shakyamuni se oscurecerá hasta perderse del todo. Véase, The Writings of Nichiren Daishonin (WND), Soka Gakkai, Tokio, 1999, pág. 392.
3 MAUROIS, André: Lettre ouverte à un jeune homme: sur la conduite de la vie (Carta abierta a un joven sobre la conducta en la vida), París: Éditions Albin Michel, 1966, pág. 16.
4 WND, pág. 789.
5 Referencia a la Suprema Orden del Crisantemo, máximo honor imperial que confiere el Japón a figuras sobresalientes de distintos campos del quehacer humano. El honor es otorgado por el Emperador, dos veces al año, en primavera y en otoño, de acuerdo con las recomendaciones del gabinete.








