Humanismo Soka
Según el Ministerio de Salud, el monóxido de carbono, un gas muy tóxico para las personas y los animales, ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. No tiene olor, color, sabor, ni irrita los ojos ni la nariz, por lo que se lo suele llamar «el asesino invisible». Reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega. La falta de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón. Puede provocar intoxicaciones graves, incluso la muerte.
Durante los fríos días de invierno, aumenta el uso de calefacciones. Las personas suelen cerrar puertas y ventanas para impedir la entrada del aire fresco, pero esto impide la salida de los gases tóxicos y hay una presencia deficiente de oxígeno. Debido a esto, es en épocas frías que este tipo de intoxicación es más frecuente.
Las intoxicaciones con monóxido de carbono son más frecuentes en épocas frías, porque aumenta el uso de todo tipo de calefactores y porque suelen cerrarse las puertas y ventanas impidiendo la llegada de aire fresco, y también la salida de los gases tóxicos que se acumulan en el interior de las viviendas (deficiente presencia de oxígeno).
Desde el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires, profesionales otorgaron algunas recomendaciones para evitar las intoxicaciones por monóxido de carbono:
Ventilación: el monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro e insípido que necesita estar en un ambiente cerrado para generar presiones tóxicas. En caso de no contar con rejillas, se deben dejar abiertas las ventanas al menos unos centímetros para que circule el aire.
Chequeos e instalación a cargo de un gasista: se debe contactar a un gasista matriculado para que haga una revisión periódica a los artefactos de calefacción, al igual que en el caso de querer colocar nuevos equipos.
Evitar el uso de hornallas: no se recomiendan para calefaccionar; y en caso de utilizarlas, controlar el color de la llama, que debe ser azul para ser segura. Que esté amarilla o naranja es símbolo de mala combustión.
Salamandras y braseros: utilizarlos para calentar los ambientes solo durante el día, contando con ventilación adecuada.
Generadores eléctricos: dejarlos fuera de casa. Utilizan combustible y pueden generar un riesgo de intoxicación.
¿Cómo saber si se produjo la intoxicación?
Los síntomas de intoxicación más frecuentes son:
Dolor de cabeza
Mareos
Somnolencia
Debilidad
Cansancio
Náuseas/vómitos
Pérdida del conocimiento y/o convulsiones
Palpitaciones
Dolor de pecho
Paro cardiorrespiratorio
¿Cómo tratarla?
Entre las recomendaciones brindadas por el Ministerio de Salud, encontramos: abrir puertas y ventanas para ventilar; retirarse o retirar a la víctima de la intoxicación del lugar contaminado para respirar aire fresco; y llevarla rápidamente al Hospital, o al Centro asistencial más próximo aunque haya recuperado el conocimiento; allí informar al equipo de salud sobre el antecedente de exposición a gases de combustión. Siempre es conveniente consultar con un Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológico.
Para finalizar, compartimos un breve poema del maestro Ikeda:
«Decídanse a disfrutar
de buena salud
pues su vida preciosa
es una existencia
de grandiosa misión». [1]
CITAS
[1] IKEDA, Daisaku: «¡Vivan una vida larga y saludable!». Ensayo publicado en la edición de agosto de 2012 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.
Véase: https://www.argentina.gob.ar/salud/glosario/intoxicacionpormonoxidodecarbono