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Los bosques: un espejo de nuestra sociedad

Los bosques: un espejo de nuestra sociedad

Los bosques: un espejo de nuestra sociedad

Humanismo Soka

viernes, 8 de agosto de 2025

viernes, 8 de agosto de 2025

Los bosques cubren casi un tercio de la superficie terrestre, albergan una asombrosa diversidad de vida y son grandes productores del oxígeno que respiramos. Pero, ¿alguna vez te preguntaste qué son realmente y cómo están conectados a nuestra vida? Te invitamos a descubrir por qué estos silenciosos guardianes son mucho más que un conjunto de árboles.

Los bosques cubren casi un tercio de la superficie terrestre, albergan una asombrosa diversidad de vida y son grandes productores del oxígeno que respiramos. Pero, ¿alguna vez te preguntaste qué son realmente y cómo están conectados a nuestra vida? Te invitamos a descubrir por qué estos silenciosos guardianes son mucho más que un conjunto de árboles.

Los bosques cubren casi un tercio de la superficie terrestre, albergan una asombrosa diversidad de vida y son grandes productores del oxígeno que respiramos. Pero, ¿alguna vez te preguntaste qué son realmente y cómo están conectados a nuestra vida? Te invitamos a descubrir por qué estos silenciosos guardianes son mucho más que un conjunto de árboles.

Desde el majestuoso bosque andino-patagónico, hasta la espesura de la Amazonía y los serenos bosques boreales del norte, estos ecosistemas son el hogar del 80% de toda la vida terrestre conocida, y son fundamentales en la purificación del aire, la regulación del clima y la protección del suelo y el agua.

Cuando pensamos en la palabra «bosque», quizás lo primero que nos venga a la mente sea la imagen de un árbol. Pero pronto aparecen otros elementos: el murmullo de un arroyo, la calma de un lago y los animales que lo habitan: un ciervo, el canto de los pájaros, ¡e incluso una víbora! Si bien los árboles son su corazón, es la interacción de todos sus componentes lo que da vida a un bosque.

Tal es así que los árboles que forman un bosque no están aislados entre sí, no viven solos; están unidos por una red subterránea, una especie de «internet del bosque». Esta red está formada por finos hilos de hongos casi invisibles que tejen conexiones bajo tierra entre las raíces de los distintos árboles. [1] A través de esta conexión, los árboles pueden compartir agua, nutrientes y señales, incluso entre diferentes especies. Se ha demostrado que los árboles más grandes, a menudo llamados «árboles madre», pueden nutrir a los más jóvenes o débiles. [2]

Además, esta red invisible funciona como un sistema de alarma. Los árboles pueden enviarse señales de advertencia sobre plagas o incendios, ya sea mediante sustancias químicas que viajan por el aire o a través de los hongos subterráneos. Un ejemplo fascinante ocurre en las sabanas africanas: cuando una jirafa, por ejemplo, empieza a comer las hojas de una acacia, esta libera una sustancia química volátil como señal de alarma. Este «grito de auxilio» viaja por el aire y alerta a las acacias cercanas, que en cuestión de minutos aumentan la producción de taninos en sus hojas, volviéndolas amargas y menos apetecibles para la jirafa. [3] Así, los árboles dentro de un bosque operan como una verdadera comunidad, demostrando una interconexión vital que los hace mucho más resilientes.


A comparison of trees and rocks

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Foto Izq.: Bosque andino patagónico en Argentina [Crédito: Santiago García]. Der.: bosque boreal en Noruega. 


De manera análoga, así como los árboles no viven aislados, sino que se conectan entre sí, se comunican, comparten recursos y se ayudan mutuamente, así también las personas necesitamos vínculos, apoyo y colaboración para desarrollarnos plenamente. Como expresó Daisaku Ikeda en su Propuesta de paz del año 2013, «La dignidad inherente a la vida no se manifiesta en soledad. Por el contrario, es a través de nuestro contacto activo con otras personas cuando su naturaleza única e irreemplazable se torna manifiesta. Al mismo tiempo, la determinación de proteger esa dignidad contra cualquier atropello engalana y brinda esplendor a nuestra propia vida». [4]

La cuestión se torna aún más interesante, porque los bosques no existen de forma aislada dentro del planeta; al contrario, están profundamente interconectados con los demás ecosistemas. Como resalta el budismo a través del concepto de «origen dependiente», el mundo está vinculado por una trama de interrelaciones entre todos los seres. [5] En esta línea, el primer episodio de One Strange Rock, titulado Gasp («Respiro» en español) [6], relata cómo los astronautas, desde el espacio, observaron enormes masas de polvo cruzando el Atlántico desde África hacia Sudamérica. Describen nuestro planeta como un organismo vivo y conectado. La ciencia comprobó que ese polvo proveniente del Sahara contiene fósforo, un nutriente esencial que fertiliza los suelos de la vasta Amazonía. A su vez, la selva amazónica descarga nutrientes al océano Atlántico, donde alimentan microorganismos como el fitoplancton, responsable de gran parte del oxígeno que sostiene la vida en el planeta. [7]

Así como un bosque no existe por sí solo, sino que está profundamente interrelacionado con otros ecosistemas —los desiertos, los océanos, la atmósfera—, así también las personas y la sociedad forman parte de un entramado más amplio. El maestro Ikeda destaca la importancia del capital social, [8] al que define como «el entramado de lazos e interrelaciones humanas» y «el ámbito necesario para crear y expandir redes, sostenidas en la profunda confianza que une a las personas en el contexto de su vida cotidiana». Este capital social, fundamentalmente, permite a una comunidad funcionar, apoyarse mutuamente y ser más fuerte frente a las adversidades. En esta misma línea, Daisaku Ikeda afirma: «Nuestra vida se extiende hacia el mundo entero. El mundo es nuestro hogar, y todas las naciones dentro de él son nuestro campo de acción». [9]



Entonces, ¿qué es un bosque? No es solo un conjunto de árboles. Es una comunidad viva y vibrante, donde cada árbol influye en el equilibrio del todo, tal como cada persona impacta en su entorno y en la sociedad. Así como el comportamiento de un solo árbol puede fortalecer —o debilitar— la vasta red que lo conecta con otros, nuestras acciones también dejan una huella profunda en quienes nos rodean. Si nos detenemos a pensar, los árboles y las personas, los bosques y la sociedad, están profundamente conectados. Comprender qué es un bosque es también entendernos a nosotros mismos como parte de una red de vida más amplia, donde cada vínculo importa y cada decisión cuenta.

CITAS

[1] SIMARD, S. (2016, June 22). How trees talk to each other. TED. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=Un2yBgIAxYs

[2] HOVEN, W. V. (1991). Mortalities in kudu (Tragelaphus strepsiceros) populations related to chemical defence in trees.

[3] FURSTENBURG, D., & VAN HOVEN, W. (1994). Condensed tannin as anti-defoliate agent against browsing by giraffe (Giraffa camelopardalis) in the Kruger National Park. Comparative Biochemistry and Physiology Part A: Physiology, 107(2), 425-431.

[4] IKEDA, Daisaku (2013). Amor compasivo, sabiduría y valentía: Por una sociedad global de paz y de coexistencia creativa. Propuesta de Paz 2013. Soka Gakkai Internacional [Véase: https://www.daisakuikeda.org/es/assets/files/PROPUESTA-DE-PAZ-2013-Ver201306.pdf, pág. 5].

[5] IKEDA, Daisaku. (2015). Un compromiso colectivo: erradicar el sufrimiento de la tierra y construir un futuro más humano. Propuesta de Paz 2015. Soka Gakkai Internacional [Véase: https://www.daisakuikeda.org/es/assets/files/2015-Propuesta-de-Paz.pdf pág. 8].

[6] ARONOFSKY, D. (Executive Producer). (2018). One Strange Rock: Gasp National Geographic. Disponible en Netflix (en algunos países) y disponible en Ingles en Dailymotion [https://www.dailymotion.com/video/x7yuj0z ], minuto 12:10

[7] YU, H., CHIN, M., YUAN, T., BIAN, H., REMER, L. A., PROSPERO, J. M., ... & ZHAO, C. (2015). The fertilizing role of African dust in the Amazon rainforest: A first multiyear assessment based on data from Cloud‐Aerosol Lidar and Infrared Pathfinder Satellite Observations. Geophysical Research Letters, 42(6), 1984-1991.

[8] IKEDA, Daisaku (2014). La creación de valor como factor de cambio global: Construir sociedades sostenibles y resilientes. Propuesta de Paz 2014. Soka Gakkai Internacional. [Véase: https://www.daisakuikeda.org/es/assets/files/2014-Propuesta-de-Paz.pdf pág. 10].

[9] IKEDA, Daisaku (2012). Por una sociedad global sostenible: Aprendizaje para el empoderamiento y el liderazgo. Propuesta sobre el medio ambiente 2012. Soka Gakkai Internacional. [Véase: https://www.daisakuikeda.org/es/assets/files/Propuesta-sobre-Medio-Ambiente-2012.pdf pág. 19].



© Humanismo Soka - 2024

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