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El gran remedio benéfico para crear la paz

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El gran remedio benéfico para crear la paz

Humanismo Soka

viernes, 1 de noviembre de 2024

viernes, 1 de noviembre de 2024

A continuación compartimos un mensaje del maestro Daisaku Ikeda publicado el 7 de marzo de 2022 en el Diario Seikyo, periódico de la Soka Gakkai.

A continuación compartimos un mensaje del maestro Daisaku Ikeda publicado el 7 de marzo de 2022 en el Diario Seikyo, periódico de la Soka Gakkai.

A continuación compartimos un mensaje del maestro Daisaku Ikeda publicado el 7 de marzo de 2022 en el Diario Seikyo, periódico de la Soka Gakkai.

Fue aquí en Kanagawa, un sitio al que me unen profundos lazos, donde en mayo de 1979 inscribí las dos obras caligráficas «Justicia» y «Lucha conjunta» [inmediatamente después de renunciar como tercer presidente de la Soka Gakkai]. ¿A quiénes fue que las mostré, antes que a nadie? A los jóvenes, a mis amados discípulos y sucesores.

Hicimos el gongyo juntos, con el corazón unido en una misma oración, y luego les dije: «En esta época de adversidad, forjaré a la gente joven y lucharé a su lado. En una era turbulenta, necesitamos confiar abiertamente en la fuerza de la juventud que defenderá la verdad y la justicia. Ese es el corazón de los maestros y discípulos de la Soka».

Recuerdo claramente la mirada brillante de esos valerosos camaradas, imbuida de firme compromiso.


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Quiero aplaudir con alma y vida a mis queridos amigos de la División Juvenil, campeones de la justicia y de la lucha conjunta, por su animada reunión de líderes de hoy, donde conectados con los compañeros de fe de todo el mundo están celebrando nuestro gran juramento de lograr el kosen-rufu y la paz mundial[1]. ¡Gracias por sus tremendos esfuerzos!

También deseo agradecer profundamente a todos los miembros de la familia Soka que están haciendo daimoku por el crecimiento y la victoria de nuestros jóvenes y que siempre están haciendo lo posible por alentarlos y apoyarlos.


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En uno de sus escritos, Nichiren Daishonin narra la historia de la «lámpara de una mujer pobre», mencionada en las escrituras budistas.

En una oportunidad, cuando Shakyamuni vivía en el monasterio de Jetavana, los reyes y otras personas ricas e ilustres encendieron numerosos faros de aceite para él, en calidad de ofrenda. Pero a la hora del amanecer, todos se habían apagado. El único que seguía ardiendo vivamente era el que había ofrecido una mujer pobre y desconocida. Y no lo pudieron extinguir ni siquiera los más fuertes vientos, como los que arrecian desde el monte Sumeru[2].[3]

¿Por qué su lámpara no se apagó? Porque —explicó Shakyamuni— había sido ofrendada con la sinceridad más pura y con el sublime juramento de iluminar la oscuridad de todos los seres.

Recuerdo que el titular que adornó la primera plana del primer número del Seikyo Shimbun decía: «La antorcha de Tsurumi arde con vigor». Era una referencia a la luz deslumbrante que irradiaba la vida de nuestros pioneros de Tsurumi, aquí, en Yokohama.

Con su fe inquebrantable, las dedicadas mujeres de la Soka han mantenido viva y encendida la noble antorcha del «kosen-rufu mediante la transmisión benevolente»[4] hasta el día de hoy. Estoy seguro de que Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley, las elogiaría declarando que la llama que ellas encienden es «una lámpara de gran buena fortuna», que ni los vientos más feroces lograrán apagar.

Y ustedes, nuestros jóvenes sucesores —prueba de que «del índigo [se obtiene] un azul más intenso»—, están orgullosamente portando la antorcha de la «propagación de la gran Ley»[5] y consagrándose a transmitirla de vida a vida, a una persona tras otra. La suya es la práctica del respeto al prójimo ejemplificada por el bodisatva Jamás Despreciar[6],y es, asimismo, la tarea de impartir a sus semejantes la luz inextinguible de la esperanza.


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En esta época de crisis, de creciente agitación y caos, la generación juvenil se ve especialmente afectada por el aislamiento, la impotencia y la ansiedad con respecto al futuro.

Por eso, las voces sinceras y valientes de los jóvenes de la Soka revitalizan a otros y les brindan calidez, optimismo y fuerza ilimitadas.

El Daishonin le dijo a su joven discípulo Nanjo Tokimitsu que «[l]a forma de llegar a ser un buda […] no tiene nada de especial. Es como […] encender fuego para alguien aterido de frío».[7]

En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin enseña que entonando Nam-myoho-renge-kyo podemos encender el fuego de la sabiduría insuperable plasmada en principios como «los deseos mundanos son la iluminación» y «los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana»[8].Así pues, podemos transformar todos los problemas de la juventud, todas las cuestiones espinosas que afronta nuestra sociedad, en energía creadora de nuevo valor, del mismo modo que la leña produce luz y calor. Y también podemos iluminar brillantemente la oscuridad de las aflicciones del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte, y abrir el camino para que nosotros y nuestros semejantes corporifiquemos las nobles virtudes de la eternidad, la felicidad, la verdadera identidad y la pureza.[9]


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En sus escritos, el Daishonin nos dice que, en una época de conflicto, cuando un sinfín de calamidades agobian a la población, «el medicamento espléndidamente efectivo del Sutra del loto [Nam-myoho-renge-kyo] proporcionará la cura de todos estos graves males»[10].La Ley Mística es el gran remedio benéfico que puede guiar a todas las personas por igual, sin discriminación, hacia la felicidad y la paz.

La visión de mi maestro Josei Toda de unir a la humanidad en una sola familia global nacía de su apasionado deseo de que ningún pueblo, en ningún país, se viese empujado a las profundidades de la desdicha.

Cualesquiera sea el lugar, el deseo de la gente es vivir feliz y en paz. Espero que cuanto mayores sean los desafíos, los jóvenes ciudadanos globales de la Soka unan aún más su fuerza y su pasión. Y juntos, sigan invitando a los demás al diálogo para construir un mundo mejor. Fortalezcamos nuestras oraciones unidas para llevar paz al planeta —el sitio donde nos hemos reunido como Bodisatvas de la Tierra— y hagamos realidad las palabras del Sutra del loto que afirman «esta, mi tierra, permanece a salvo y en calma».[11]


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En vísperas del 16 de marzo, Día del Kosen-rufu, quisiera compartir, una vez más con todos ustedes, tres obras caligráficas que inscribí hace cuarenta años (en 1982), cuando comencé a escalar junto con los jóvenes la montaña del kosen-rufu del siglo XXI.

La primera dice «Valientes sucesores de la Soka»; la segunda, «Ojos donde brilla el júbilo de la juventud», y la tercera, «Sinfonía del esplendor de la vida».

Valientes sucesores de la Soka que han abandonado lo superficial para ir en busca de lo profundo12,queridos amigos cuyos ojos irradian la alegría de la juventud, por favor únanse a sus extraordinarios camaradas de fe de 192 países y territorios del mundo para propagar la dinámica danza de la revolución humana. Espero que trabajen juntos para que en el corazón de la familia global de la humanidad resuene la pacífica sinfonía del esplendor de la vida.


CITAS:
[1] En la reunión se vio una actuación en vídeo de unos 3000 integrantes de la División Futuro y dela División de Jóvenes del Japón y de diversas regiones del mundo, que entonaron la canción de Gakkai «Jóvenes, escalen la montaña del kosen-rufu». Durante la interpretación se intercalaron videoclips de miembros en los que expresaban sus anhelos y determinaciones. También hubo un número coreográfico de la Banda de Música, acompañado de banderas y una interpretación de la Banda de Pífanos y Percusión.
[2] Monte Sumeru: En la cosmología india, el monte Sumeru es una elevación monumental, que se erige en el centro del mundo.
[3] Véase Respuesta a Onichi-nyo, en Los escritos de Nichiren Daishonin (END),Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág, 1135.
[4] Parte de la inscripción que se lee en el Gohonzon de la Soka Gakkai dice: «Para cumplir el gran juramento del kosen-rufu mediante la propagación benevolente de la gran Ley».
[5] Véase la nota al pie N.o4.
[6] Bodisatva Jamás Despreciar: Aparece descrito en el capítulo «El bodisatva Jamás Despreciar» (20.o) del Sutra del loto. Este bodisatva, que en existencias posteriores sería el propio Shakyamuni y vivió a fines del Día Medio de la Ley tras la muerte del buda llamado Rey del Sonido Imponente, se inclinaba ante cada persona que tenía delante y decía: «Siento profundo respeto por vosotros. Jamás osaría trataros con desprecio o arrogancia. ¿Y por qué? Porque todos practicaréis el camino del bodisatva y entonces seréis capaces de conseguir la budeidad».El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014,cap. 20, pág. 264. Sin embargo, la respuesta de los monjes, monjas, laicos y laicas de extrema arrogancia era atacarlo tomando palos, piedras o lajas, y apedrearlo. El sutra explica que esta práctica fue la causa que le permitió al bodisatva Jamás Despreciar lograr la budeidad.
[7] El próspero Sudatta, en END, pág. 1132.
[8] The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), traducido por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004,págs. 10-11.
[9] Véase ib., pág. 90.
[10] La forma de lograr la budeidad mediante el Sutra del loto para aquellos que aspiran al Camino por primera vez, en END, pág. 921.
[11] El Sutra del loto, cap. 16, pág. 229.
[12] Véase Sobre la profecía del Buda, en END, pág. 424.

© Humanismo Soka - 2024

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