Humanismo Soka
Quiero manifestar mi más sincero agradecimiento a los distinguidos huéspedes de la República Dominicana, a quien nos honra recibir hoy, en esta ocasión memorable.
Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) fue un gran pensador de la espléndida nación caribeña que es la República Dominicana. Como educador, formó a incontables jóvenes durante toda su existencia, que transcurrió en la misma época que la de nuestro fundador y primer presidente, Tsunesaburo Makiguchi. Ureña declaró: «La fe en el porvenir, credo de toda juventud sana y noble, debe ser nuestra bandera de victoria». Estas palabras son unas de mis favoritas.
Felicitaciones por esta reunión nacional de líderes del Departamento de Jóvenes, que se celebra a comienzos de un nuevo año. ¡Este es un cónclave de jóvenes que harán flamear, con convicción, el estandarte de la victoria a lo largo del futuro sin límites! Me hace muy feliz ver a nuestra juventud tan felices y exultantes.
Allí donde hay jóvenes, se abre por delante un mañana brillante y un futuro victorioso. La organización o el país que no apoya el crecimiento y el desarrollo de los jóvenes y niños declinará y se expondrá a la decadencia. Es algo natural.
Dedicarse a los semejantes y triunfar en las luchas de la vida
¿Qué distingue a los héroes? Según Ureña: «La suerte de los héroes es siempre triunfo y sacrificio». Dedicación a los demás y victoria en las actividades de la vida… Esto concuerda con el espíritu de Gakkai y con las actividades del budismo. Quisiera dedicar estas palabras a los miembros más jóvenes del Departamento Juvenil Masculino, valientes campeones de la Soka, y a las vibrantes miembros del grupo Byakuren, flores del kosen-rufu. ¡Gracias por sus actividades impresionantes!
A la vez, quiero agradecer a los miembros de la División de Artistas, que hoy nos acompañan pese a sus muchos compromisos.
Brillar y destacarnos en algo
Hoy nos acompañan representantes del Departamento de Estudiantes Secundarios. ¡A los estudiantes del ciclo básico, sean bienvenidos! Y ¡a los del ciclo superior! ¡Gracias por participar!
¿Están siendo buenos hijos?
[Los jóvenes responden enfáticamente que sí.]
Estupendo, pero para estar seguro, mejor voy a hablar con sus padres… [Risas.]
¿Quién está trayendo buenas calificaciones a casa?
[Muchos estudiantes levantan la mano.]
¡Por favor, quiero ver esas libretas a la salida! [Más risas.]
Noté que algunos no levantaron la mano. Recuerden, tienen mucho tiempo por delante. El verdadero desafío está por llegar. ¡Así que esfuércense! Todos tienen una capacidad y un potencial inmenso. Sigan haciendo su mayor esfuerzo posible y procuren ser excelentes en algo, no importa en qué. Logren resultados notables, que merezcan la admiración de los demás. Quiero que sean ciudadanos capaces de actuar con convicción, personas que resplandezcan por su confianza en sí mismas, y que hagan sentir orgullosos a sus padres.
Siempre estoy orando por su victoria. Siempre estaré para ustedes. ¡Den lo mejor, por favor!
Hacer felices a los demás con sus palabras
Por favor, sean hijos considerados con sus padres. Siempre respóndanles con buena actitud, tal como lo hicieron aquí, frente a mí. Es lo que quiero pedirles hoy a todos. Es hipócrita mostrar buena disposición en este lugar, pero contestarles mal a sus padres o con gestos desagradables. Este proceder sólo los hará infelices a ustedes y a su familia.
La voz tiene un poder extraordinario. Con las palabras, pueden infundir una enorme felicidad a los demás. Me permito asegurar que sus padres se emocionarán de felicidad si les dicen, por ejemplo, «Papá, está haciendo un frío tremendo afuera. ¿Saliste bien abrigado hoy?», o «Mami, déjame que hoy me encargue de la cena, así puedes tomarte un par de horas para descansar». Verán que ustedes mismos se sentirán muy felices actuando de ese modo.
Estoy seguro de que todos tendrán algún motivo de insatisfacción, pero sus padres también están pasando por sus propios problemas y preocupaciones. Sin embargo, pese a ello se están esforzando para educarlos y hacer de ustedes excelentes adultos. Espero que sean personas capaces de comprender el corazón de sus padres.
Las palabras son muy importantes. En su forma de hablar, empleen sabiduría y consideración. Es algo que también en el mundo de la fe necesitamos tener en cuenta.
La SGI es una organización humanista. Todo depende de los seres humanos; son las personas las que pueden crear la paz y la cultura. La Ley de la gran sabiduría universal expuesta por Nichiren Daishonin es una enorme esperanza para la humanidad, en la medida en que fortalece y enriquece a todos los pueblos del mundo por igual, se trate de figuras políticas, personalidades de la cultura, seres desdichados e infortunados, o quien fuere.
El nombre Nichiren está formado por dos ideogramas chinos, que denotan «sol» y «loto». Ambos evocan en la mente un luminoso florecimiento de victoria y de felicidad en la propia vida, incólume ante las circunstancias, tal como un loto que abre sus pétalos exquisitos mientras crece en agua estancada. Dichos caracteres también expresan el principio budista de causa y efecto simultáneos, ya que en el loto, la flor (causa) y el fruto (efecto) aparecen al mismo momento. El budismo de Nichiren Daishonin enseña que tanto la causa como el efecto existen en cada instante vital.
Hacer realidad la visión del mentor
El budismo del Daishonin se ha diseminado a ciento noventa países y territorios. Cuando tenía diecinueve años, conocí a mi mentor, Josei Toda, quien luego sería el segundo presidente de la Soka Gakkai. Desde entonces, lo apoyé y ayudé hasta el final de mi vida. El señor Toda ansiaba que yo lo sucediera como tercer presidente, así que me entrenó con increíble severidad en todos los aspectos. Y yo luché con alma y vida por responder a sus expectativas.
En una oportunidad, estábamos solos y el señor Toda me dijo:
—Daisaku, si llegaras a ser presidente de la Soka Gakkai, ¿a cuántos países crees que podrías transmitir el budismo del Daishonin?
En ese momento, la organización estaba íntegramente enfocada en difundir las enseñanzas budistas en el Japón, pero el señor Toda ya pensaba lúcidamente en el gran mundo.
—Sin falta, propagaré el budismo de Nichiren Daishonin en el mundo entero —respondí.
—¿En cuántos países, exactamente?
—¡En más de cien!
Se le llenaron los ojos de lágrimas, sabiendo que yo lograba todo lo que me comprometía a hacer.
Presté mi incondicional apoyo al señor Toda durante su peor momento financiero, con su empresa en quiebra, y pude hacer realidad su gran deseo de expandir el movimiento por el kosen-rufu. También cumplí su grandiosa visión en el campo cultural y educativo. Había resuelto lograr cualquier meta que con ello pudiera dar a mi mentor felicidad, tranquilidad espiritual y triunfo. Así era yo como discípulo… fiel al verdadero espíritu de la inseparabilidad entre mentor y sucesor.
El budismo del Sol hoy asciende en ciento noventa países y territorios. El kosen-rufu mundial —una visión que nadie creía posible, salvo el presidente Toda y yo— hoy se ha hecho realidad, tal como le prometí a mi maestro. El buda Shakyamuni, los budas y bodisatvas de las diez direcciones y de las tres existencias, y por sobre todo, Nichiren Daishonin, estarían aplaudiendo calurosamente este avance que logramos. Sigamos marchando, conscientes de que las funciones protectoras del universo nos apoyarán y protegerán firmemente.
Cuidar nuestra salud
Este año, una vez más, demos prioridad a la salud. Para tener buena salud, es fundamental dormir bien. Esto significa irnos a la cama a horas razonables. También es importante hacer daimoku para tener buena salud. Cuidar el sano equilibrio depende de cada uno.
En especial, pido a las miembros del Departamento Juvenil Femenino que tomen recaudos para terminar sus reuniones temprano, y no regresar tarde a sus hogares. Para las que viven con sus familias, quiero que vuelvan a casa lo más pronto que puedan y saluden a sus padres con una dulce sonrisa. Esa sonrisa es el mejor regalo que pueden hacerles a sus padres.
Siempre vivan alegres y optimistas, colmadas de esperanza y de perseverancia. Avancemos con la determinación de no dejarnos vencer por nada, y de triunfar sobre todo lo que nos presente el año entrante.
Brillar con espíritu de fraternidad
Henríquez Ureña, a quien antes mencioné, también dijo: «La amistad es afecto más desinteresado, más firme, más seguro». Con este brillante espíritu de camaradería, el rector Roberto Reyna Tejada y otros distinguidos huéspedes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) han postergado otras ocupaciones para venir hasta el Japón en el frío invierno. Muchas, muchas gracias…
La letra de su bello himno universitario dice que la UASD es un «centro de vida espiritual» y una «de noble ciencia manantial». También descrita como «fanal de nuestra mente», ha iluminado el camino de la razón y ha sembrado las áureas semillas de la educación.
Con profundo respeto a la historia y la tradición de esta ilustre casa de estudios, primada de América, solemnemente acepto este gran honor que me conceden. Gracias.
Una vez más, reitero mi gratitud al rector Reyna Tejada y a los miembros visitantes de la UASD, así como al Chargé d’Affaires interino, Carlos Cepeda, de la Embajada de la República Dominicana en el Japón.
También veo entre los presentes a los jubilosos miembros de la SGI dominicana, que se han desafiado valerosamente en sus circunstancias cotidianas haciendo espléndidas contribuciones a su comunidad. ¡Gracias! Sinceramente valoro su trabajo. Quiero compartir, profunda y eternamente la alegría de esta ocasión con los nobles miembros pioneros de la SGI de la República Dominicana.
«Unirnos con coraje y persistencia»
Hoy resuenan en mi corazón unos versos de un poema escrito por una admirable compatriota de ustedes, la poeta Salomé Ureña de Henríquez (1850-1897) (madre de Pedro Henríquez Ureña). Quisiera recitarlos:
Unidos, con intrépida constancia,
El firme pecho de virtud seguro,
Salvad triunfantes el altivo muro
Que levanta en su orgullo la ignorancia,
y arrancad el error su cetro impuro.
¡Avancemos con este mismo espíritu!
Los valientes próceres que construyeron su gran nación, con estas palabras como horizonte, batallaron contra las dictaduras que oprimían al pueblo y lo privaban de su libertad espiritual. Lucharon y vencieron.
También me conmovió el discurso pronunciado antes por el rector Reyna Tejada, heredero de este espíritu de lucha.
Muchas mujeres dominicanas arriesgaron la vida en su afán de refutar la violencia, como las famosas hermanas Mirabal, cuya noble lucha fue reconocida por las Naciones Unidas.
Estos versos son de otro poema de Salomé Ureña:
¡Ah! la mujer encierra,
…………………………………….
los veneros inmensos de la tierra,
el germen de lo grande y de lo bueno!
En rigor de verdad, la madre del rector Reyna Tejada también luchó intensamente por la justicia y los derechos humanos. Sus dos hermanos, tíos del rector, fueron personas intrépidas, que dieron la vida en la dura lucha contra el brutal dictador dominicano que gobernaba en ese entonces. Por coincidencia, hoy, 19 de enero, se conmemora la muerte de uno de los tíos del rector, hace 48 años. Yo, y todos los que hoy me acompañan, como budistas, oraremos sinceramente por él.
El rector Reyna Tejada heredó de su madre este espíritu apasionado; en su juventud, se opuso a la dictadura y toda su vida fue fiel a sus ideales. En respuesta al estímulo materno, llevó a cabo admirables reformas en la UASD, en beneficio de los estudiantes. En todos los aspectos, ha mostrado diligencia, integridad y perseverancia para superar los obstáculos. Su lucha es, en verdad, digna de destacarse.
Quiero felicitar, de corazón, al rector Reyna Tejada por ser modelo de devoción a su madre y por la victoria de la contienda que ambos compartieron.
Según el budismo, la mejor forma de saldar la deuda de gratitud con los padres es practicar y proclamar la verdad más elevada.
[Por ejemplo, el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente señala: «Practicar el Sutra del loto [Nam-myoho-renge-kyo] es la forma más elevada de devoción y de apoyo filial». En otro texto, el Daishonin escribe: «La persona que practica el Sutra del loto [Nam-myoho-renge-kyo] está saldando la deuda de gratitud contraída con sus padres. Aunque uno no sienta en su fuero interno que lo esté haciendo, el poder de este sutra le permite saldar dicha deuda».]
Hoy, nuevamente, nos acompañan en esta reunión varios miembros de la División Futuro. Mientras contemos con el Departamento Futuro, el porvenir de la Soka Gakkai no tendrá por qué preocuparnos. ¿Me prometen todos que serán excelentes hijos de sus padres?
[Los chicos del Departamento Futuro responden afirmativamente.]
Jamás den preocupaciones a sus padres. Si no se esfuerzan y lo único que hacen es rezongar y holgazanear, el tiempo y el cuidado afectuoso que emplearon ellos para educarlos habrá parecido en vano. Y eso sería una vergüenza. Las personas de verdadero primer calibre dan tranquilidad y bienestar a sus padres. Es importante tener aunque sea un poco de consideración. ¡Cuento con ustedes!
La verdadera educación y la creación de valores humanos
Tanto el rector Reyna Tejada como yo compartimos la admiración por el paladín de la independencia cubana, José Martí (1853-1895). Martí proclamó: «Todos los pueblos tienen algo inmenso y majestuoso y de común, más vasto que el cielo, más grande que la tierra, más luminoso que las estrellas, más ancho que el mar: el espíritu humano». Es algo muy cierto, y que, además, concuerda con las enseñanzas del budismo.
¿Cómo establecemos un estado de vida tan inmenso como el universo, y desplegamos en la sociedad nuestra sabiduría y fortaleza? ¿Y cómo creamos lazos de vida a vida, y construimos una gran red solidaria de paz y de confianza? Estas preguntas constituyen la raíz de la educación verdadera y de todo esfuerzo por forjar valores humanos. Y son cuestiones acuciantes e importantísimas en nuestro mundo actual. Debemos recordar que éste es, además, el objetivo real de nuestra fe.
Los majestuosos campeones de la Soka
Hoy, nos acompañan miembros activos en las artes y el deporte. ¡Gracias por participar y por toda su labor! ¡Démosles una ovación para mostrarle nuestro apoyo entusiasta! ¡Por favor, triunfen! Sus profesiones se caracterizan por una competencia feroz. Habrá ocasiones en que serán el centro de todas las miradas, y otras en las que no. A veces, para ser honestos, llega a ser una desventaja estar demasiado ocupado, pues uno queda exhausto y sin fuerzas. En ese caso, ¡sería mejor que el trabajo aflojara un poco! [Risas.] Por favor, desafíense con el espíritu vibrante y jubiloso de los majestuosos campeones de la Soka.
Cinco décadas de victorias
Tras la guía de mi maestro Toda, leí ávidamente en mi juventud. Quisiera compartir con ustedes algunas palabras de Martí: «El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz».
Los desagradecidos se quejan hasta del sol… Por lo tanto, es inevitable que las personas que brillan como el sol e iluminan la vida de los demás provoquen odio y resentimiento, y sean difamadas y vilipendiadas por ingratos egoístas y por las autoridades políticas arrogantes. La historia abunda en ejemplos. Y por eso, los jóvenes que proclaman la verdad y la justicia necesitan poseer la fortaleza y la capacidad de acallar a los envidiosos e ingratos.
Desde mis épocas de juventud, he luchado solo. Batallé y triunfé con el corazón de un rey león, contra toda suerte de persecuciones y de opresión. No dependí de nadie. Trabajé con ahínco, bajo la guía de mi mentor, Josei Toda. Cuando su empresa quebró, en la recesión de la posguerra, y se vio obligado a renunciar a la dirección general de la Soka Gakkai [para no acarrear problemas a la organización], sólo yo permanecí a su lado e hice cuanto pude para apoyarlo.
En mi fuero interno, juré al maestro Toda: «Soy su discípulo y me ocuparé de que usted llegue a ser el segundo presidente de la Soka Gakkai, así que no se preocupe por nada». Trabajé con denuedo inagotable, y al poco tiempo saldé totalmente sus enormes deudas. Mi mentor no tardó en asumir, entonces, la presidencia de la organización. Pero la actividad de propagación avanzaba a paso de tortuga. En aquel momento, la mayoría de los cabildos, apenas incorporaban a unas pocas decenas de miembros al mes. El maestroToda me pidió que pusiera manos a la obra rompiendo esa barrera en el cabildo Kamata.
Como asesor de este cabildo, batí todas las marcas precedentes y conduje a los miembros a sumar doscientas nuevas familias a nuestra organización en un solo mes (febrero de 1952). Luego, hice lo mismo en el cabildo Bunkyo, cuyos resultados de propagación eran notoriamente pobres, y sin embargo se puso a la cabeza del país, entre los cuatro mejores cabildos nacionales en ingresos.
Y luego fui a Osaka. Aunque todos preveían la derrota de Osaka, obtuvimos una victoria monumental. Algunos responsables en Tokio incluso se relamían dando por sentado que yo fracasaría, pero, como se vio claramente, en Osaka triunfamos, mientras que Tokio sufrió la derrota.
En estas cinco décadas, mostré resultados en todas las campañas y actividades que emprendí, basado en las enseñanzas del budismo y en el espíritu de la Soka Gakkai. En cambio, durante ese mismo lapso, hubo muchos máximos responsables que, en las horas más ingratas para nosotros, abandonaron la fe y se alejaron de la organización, o que rehuyeron su deber de luchar contra la injusticia y sólo pensaron en cuidar sus espaldas.
En toda organización, los jóvenes son de importancia crucial. En algunos casos, la gente se torna más especulativa y calculadora con el paso de los años. Por eso, el señor Toda depositó su confianza en mí, en un joven como yo. Hoy, siento exactamente lo mismo que él. ¡Por favor, súmense a mí en esta marcha por el kosen-rufu!
Hace cincuenta años, mi mentor afirmó que la Soka Gakkai reinaba en el mundo de las religiones. Yo me ocupé de demostrarlo en forma incuestionable. Hoy, les entrego a ustedes, a los jóvenes, la espada enjoyada de nuestra noble causa. ¡Cuento con ustedes!
Iluminar el futuro de la humanidad
Las hermanas Mirabal, como antes dije, fueron intrépidas activistas dominicanas, defensoras de los derechos humanos. Una de ellas [Minerva Mirabal] declaró con convicción inamovible: «Nadie puede desconocer la fuerza interna del pueblo, ni sus valores, todo el que lo desconozca fracasará».
Esta época se debate en una oscuridad muy profunda… Precisamente por eso, en todo el mundo la gente comienza a descubrir una fuente de luminosa esperanza en el movimiento popular de la SGI. Muchas personalidades mundiales de las letras, la ciencia y el pensamiento tienen enormes expectativas en nuestro movimiento.
Hace poco, el compositor y director austríaco Siegfried Andraschek escribió un hermoso vals que tuvo la amabilidad de dedicarme. Lo tituló «El sol de la mañana». Es una encantadora pieza musical que ha logrado plasmar la energía y el brillo espléndido de nuestro movimiento Soka, luminoso como el sol.
¡Mis jóvenes héroes y amigos, tan preciados y entrañables para mí…! ¡Les pido que se unan a mí, con un mismo espíritu y un mismo corazón, y que junto a los más de ciento sesenta mil estudiantes brillantes de la UASD y a los jóvenes del mundo, trabajen para iluminar maravillosamente su comunidad, su sociedad y el futuro del género humano, con la luz matinal de la sabiduría y el coraje!
[Ante la sugerencia del presidente Ikeda, los participantes exclaman tres vítores resonantes por la República Dominicana y otros tres por el Departamento de Jóvenes.]
Por último, quiero compartir con ustedes, mis jóvenes compañeros, unas palabras del dramaturgo dominicano Federico Bermúdez (1884-1921):
No llores, alma triste, levántate y sé fuerte;
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El llanto es infecundo y el triunfo está en luchar;
contra el alud tremendo de ruinas y miserias,
pongamos la columna de nuestra voluntad!
Con lamentos no se llega a ningún lado. No cultiven un corazón lúgubre y estéril. Avancen con espíritu fértil, con un corazón potente que recuerde el sol deslumbrante, la tierra cuajada de flores, los huertos rebosantes de verdor…
Como escribe Nichiren Daishonin: «El budismo concede una importancia primordial a la victoria y la derrota». Esto quiere decir que debemos esforzarnos, pues quienes no lo hagan, jamás triunfarán. ¡Desafiémonos, entonces!
Yo, y todos ustedes aquí presentes, oremos sinceramente para que florezca eternamente la República Dominicana, luz rectora de la educación que ocupa un lugar entrañable en nuestro corazón. ¡Muchas gracias!
(Traducción del original en japonés publicado el 28 de enero de 2008 en el Diario Seikyo, periódico de la Soka Gakkai).