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Ser personas capaces que concretan grandes victorias | Editorial del maestro Ikeda.

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Humanismo Soka

miércoles, 9 de julio de 2025

miércoles, 9 de julio de 2025

A continuación, compartimos la editorial del maestro Daisaku Ikeda «Las personas capaces son un tesoro que nos lleva sin falta a la victoria», publicado en agosto del 2006 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.

A continuación, compartimos la editorial del maestro Daisaku Ikeda «Las personas capaces son un tesoro que nos lleva sin falta a la victoria», publicado en agosto del 2006 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.

A continuación, compartimos la editorial del maestro Daisaku Ikeda «Las personas capaces son un tesoro que nos lleva sin falta a la victoria», publicado en agosto del 2006 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.

Las personas capaces son un tesoro, un tesoro que nos lleva a la victoria; un tesoro que, sin la menor duda, nos garantiza la victoria. En esta época que nos toca vivir, turbulenta y plagada de desafíos como ninguna otra, el éxito o el fracaso de cualquier tipo de organización dependen enteramente de que estas tengan la capacidad de forjar individuos aptos.

Mi mentor Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai, siempre destacaba que, para que nuestro movimiento lograra un triunfo y éxito imperecederos, era crucial construir una ciudadela de gente capaz e idónea.

Nichiren Daishonin afirma: «[S]i la ley que uno adopta es suprema, la persona que cree en ella también debe descollar entre todos los demás».[1] El auténtico valor de una persona nada tiene que ver con su posición social o económica; está determinado enteramente por la filosofía de vida que abraza y pone en práctica. En ese sentido, los miembros de la Soka Gakkai, hombres y mujeres por igual, que abrazan, practican y propagan la suprema e incomparable Ley Mística, son personas de capacidad insuperable.

Todos ustedes tienen una profunda misión, una misión que es suya desde el tiempo sin comienzo. Ustedes son discípulos directos de Nichiren Daishonin, y cada uno, sin la menor excepción, tiene el derecho de ser feliz y de convertirse en un eterno vencedor. Jamás cometan el error de subestimarse o de rebajarse. Deben sentir un profundo orgullo y confianza en su propia persona, y vivir con esperanza, eternamente fieles a sí mismos.

El mundo contemporáneo espera con ansias la aparición de gente de principios, pronta a asumir verdaderos compromisos. En todas partes se busca afanosamente a quienes posean la sabiduría de crear verdadero valor. La humanidad está ávida de personas expertas en promover el diálogo y la unión entre la gente. La Soka Gakkai es la «universidad humana», insuperable en el arte de forjar con todo vigor individuos capaces y talentosos. Por favor, consideren esto un noble motivo de orgullo.

El mundo entero está embarcado ahora en una reñida competencia para forjar gente capaz. El concepto de «liderazgo servidor», es decir, la idea de que la esencia de un verdadero líder es prestar servicio a los demás, es algo que en los Estados Unidos se ha impulsado durante décadas. Virtudes humanas fundamentales, como la sinceridad y la consideración, ocupan un lugar de privilegio en nuestra época. Hoy por hoy, la arrogancia y el egoísmo son suficientes para descalificar a cualquiera como persona capaz.

En una carta que dirigió al joven Nanjo Tokimitsu, el Daishonin señala con agudeza la verdadera naturaleza de aquellos seguidores que habían abandonado y traicionado su fe; los describe como gente codiciosa, cobarde y necia que se da aires y finge sabiduría.[2]

El filósofo estadounidense Ralph Waldo Emerson (1803-1882) proclamó: «La justicia siempre exige campeones».[5] Lo que distingue a la gente realmente capaz e idónea es su aptitud de forjar a otros como ellos. Los que forjan a sus seguidores para que los superen en capacidad son realmente admirables y dignos de alabanza.

Es inmensurable mi gratitud hacia el esfuerzo que realizan todos aquellos que trabajan en nuestra organización para nutrir a los jóvenes miembros. Pensando justamente en el futuro, yo mismo establecí y formé el Departamento de Estudiantes de Enseñanza Media Superior, el Departamento de Estudiantes de Enseñanza Media Básica y el Departamento de Niños y Niñas, muy poco después de asumir como tercer presidente de la Soka Gakkai. Existe un sabio proverbio chino que dice. «Plantad árboles para los próximos diez años; forjad personas para los próximos cien».

En agosto se celebra el 59°. aniversario de mi primer encuentro con el presidente Toda, en aquella reunión efectuada en el Distrito de Ota (el 14 de agosto de 1947). «¿Dónde están los jóvenes que llevarán el estandarte?», preguntó el señor Toda, que esperaba con ansias la aparición de juveniles Bodhisattvas de la Tierra. Él consagró doce años a capacitar a un joven común y corriente, debilitado por la enfermedad, desconocido por todos, hasta convertirlo en un auténtico león del kosen-rufu. La gratitud que siento hacia mi mentor es infinita e inmensurable.

Las personas capaces surgen en medio de intensas contiendas. En pleno torbellino del incidente de la «libertad de expresión»[6], escribí lo siguiente (en mayo de 1970):


Desafiando

feroces tempestades

de persecución implacable,

personas capaces,

de aptitud espléndida,

se han forjado.

 

Ha llegado el momento propicio; de acuerdo con el principio de «irrumpir de la tierra»[7], están apareciendo en el Japón y el resto del mundo, uno detrás de otro, jóvenes leones llenos de energía y de vigor, que llevarán adelante el kosen-rufu. Ellos conforman un conjunto abundante de personas capaces, dueñas de la extraordinaria, magnífica misión de llevar nuestro movimiento hacia una victoria certera.

A ellos, les dedico estas palabras del Daishonin: «Oro para que mis seguidores sean como crías del rey león, y jamás queden en ridículo ante las jaurías de zorros».[8]

 

 (Publicado en la edición de agosto de 2006 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.)


CITAS

[1] The Writings of Nichiren Daishonin (WND), Soka Gakkai, Tokio, 1999, pág. 61.

[2] Véase, WND, pág. 800.

[3] Los escritos de Nichiren Daishonin, Soka Gakkai Internacional de la Argentina, Buenos Aires, 1995, vol. 1, pág. 139. Véase, WND, pág. 497.

[4] Véase, WND, pág. 302.

[5] EMERSON, Ralph Waldo: Lectures and Biographical Sketches (Disertaciones y esbozos biográficos), Houghton, Mifflin and Company, Boston, 1884, pág. 53.

[6] Incidente de la «libertad de expresión». Hecho acaecido in 1970, cuando la Soka Gakkai realizó su defensa contra el cargo de libelo. Para mayores detalles, ver el capítulo «Vientos feroces» del volumen 14 de La nueva revolución humana.

[7] WND, pág. 385.

[8] Gosho zenshu, pág. 1589.

© Humanismo Soka - 2024

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