Humanismo Soka
La disuasión nuclear es una teoría que utiliza las amenazas mutuas como estrategia de seguridad nacional. Tiene el objetivo de evitar que el otro utilice el armamento nuclear a partir de mantener una amenaza constante sobre el otro país. El maestro Ikeda hizo hincapié en la importancia de derribar los muros de egoísmo que se asientan en la concepción de la disuasión nuclear y la seguridad nacional. El hecho fundamental es que, frente a un intercambio nuclear, el daño llevaría a la totalidad de naciones implicadas con la pérdida masiva de vidas. En la Propuesta de Paz del año 2019 explica con detalle la vulnerabilidad y la fragilidad de la disuasión nuclear:
«aun cuando las armas nucleares no lleguen a usarse jamás, la gente se verá obligada a vivir con la absurda amenaza existencial que estas representan; se seguirá esgrimiendo la necesidad de proteger secretos militares y de defensa, y en nombre de la seguridad nacional se seguirán coartando los derechos y las libertades de la población civil. Si a esta realidad le sumamos un sentimiento generalizado de impotencia, se crea un clima social propicio para tolerar los abusos contra los derechos humanos como un mal necesario mientras no tengan repercusión directa en la propia vida. La prevalencia de esta negatividad aplastante, vinculada a la patología de la ausencia de paz, terminará negando a los jóvenes la oportunidad de desarrollar un humanismo sano y provechoso». [1]
Con convicción, también afirmó: «Ya es hora de que hagamos acopio del coraje necesario para desechar la doctrina de la disuasión –ese legado funesto de la Guerra Fría— y enviarla al cubo de la basura de la historia». [2] Este coraje debe estar enfocado en el accionar propio, en uno dar el primer paso hacia la construcción de la paz, en lugar de esperar la acción de los demás. En este sentido, en esa misma propuesta, solicita a los países a que puedan reducir el papel que cumplen las armas nucleares en las estrategias de seguridad nacional, y expone la delicada situación del armamento nuclear instando a retirar las ojivas nucleares de máxima alerta, aquellas que están listas y disponibles para ser detonadas. «La preocupación más candente ahora es la amenaza de una detonación nuclear accidental o por error humano». [3] (Ikeda, 2019)
Señaló también: «La seguridad nacional es un clamor vacío, si necesita el exterminio de las personas cuya vida y seguridad pretende proteger»; [4] y afirmó con convicción que «la destrucción de cualquier nación o estado es inaceptable, aunque se demostrara que tal cosa es esencial para mantener la paz. Del mismo modo, el sacrificio de personas comunes no se puede justificar en nombre de la seguridad de estado». [5]
La idea de «seguridad humana» supera la retórica habitual sobre la seguridad, hace foco en cada persona y parte de la interrelación de cada uno de los ámbitos que involucran a la sociedad. Visto desde la perspectiva de cada individuo, resulta claro lo que representa una amenaza o una causa de inseguridad. Ikeda la explicó como «un enfoque que busca paliar el sufrimiento en la vida de cada individuo –erradicando la miseria—, como condición imprescindible para establecer la paz». [6]
En su Propuesta para la Abolición de las Armas Nucleares enviada a la ONU en 2009, reflexionó respecto a por qué ningún país ha sido capaz de emplear armas nucleares desde el bombardeo a Hiroshima y Nagasaki hasta la fecha: «Creo que, más que la disuasión, es ese invisible umbral moral y práctico el que ha impedido el uso de armas nucleares a lo largo de los años». [7] Para impulsar el progreso hacia el desarme total, la misión es no solo mantener ese umbral moral, sino ampliar, mediante el diálogo, una sólida red de personas dedicadas a erradicar la miseria en todas sus formas. Actualmente está en vigencia el Tratado para la Abolición de las Armas Nucleares que tiene como objetivo eliminar este armamento de la faz de la tierra y representa el camino institucional hacia el desarme total. En la última Propuesta de Paz enviada a la ONU (2022), se lee:
«Nuestros esfuerzos se basan en la convicción de que el diálogo es, antes que ninguna otra cosa, lo que logra que un corazón se abra a otro. El proceso puede parecer lento, pero estamos convencidos de que ese es el camino más certero hacia la paz global». [8]
CITAS
[1] IKEDA, Daisaku: Propuesta de Paz 2019. Hacia una nueva era de paz y de desarme: Un enfoque centrado en las personas, 26 de enero 2019. Véase: https://www.daisakuikeda.org/es/sub/resources/works/props/2019-peace-proposal.html
[2] IKEDA, Daisaku: Por la solidaridad mundial en aras de la abolición nuclear, 8 de septiembre 2009. Véase: https://www.daisakuikeda.org/es/sub/resources/works/props/disarm_proposal.html
[3] [4] [5] [6] [7] Ib.
[8] IKEDA, Daisaku: Transformar la historia humana: Un haz de luz hacia la paz y la dignidad, 26 de enero 2022. Véase: https://www.daisakuikeda.org/es/sub/resources/works/props/2022-peace-proposal.html